Francisco estrenará el austero funeral papal que él mismo diseñó

Jorge Mario Bergoglio, fallecido ayer, modificó el protocolo funerario para enfatizar la sencillez y la austeridad, y resaltar el papel de los obispos romanos como pastores y discípulos de Dios, en lugar de figuras de poder

Mundo22/04/2025La Voz del PuebloLa Voz del Pueblo

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El papa Francisco , fallecido ayer, preparó la maquinaria vaticana para su muerte, con las modificaciones a los ritos de los funerales papales, dentro de la nueva edición del ‘Ordo Exsequiarum Romani Pontificis‘.

Jorge Mario Bergoglio reflexionó en muchas ocasiones sobre la muerte. Durante la homilía de una misa matutina en la Casa Santa Marta en noviembre de 2019, explicó el final que espera a cada ser humano: la muerte. En su exordio, resaltó la importancia de reconocer la vulnerabilidad humana como una condición compartida por todas las personas, y, en ese contexto, hizo un llamado a orar los unos por los otros para afrontar este último paso con confianza y esperanza, no como un momento de temor.

Se aferraba a la palabra del Evangelio, según San Lucas, en el que Jesús recordaba que “el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. A partir de esta reflexión, subrayaba la necesidad de pensar en el momento final sin evasiones, ni falsas ilusiones de eternidad. “Todo terminará, pero Él permanecerá”, afirmó.

El Papa también advertía sobre la ilusión de sentirse eterno. “Cuántas veces nos engaña la ilusión”, comentó, antes de reiterar que la muerte es una certeza escrita en la Biblia y en el Evangelio, aunque el Señor la presenta siempre como un encuentro con Él, acompañado de la palabra “esperanza”. La palabra fetiche de este Jubileo, un término que resonaba sereno entonces como una invitación a la oración de cara al momento en que el Señor llamara a la puerta. “De todas las cosas que hemos reunido, no nos llevaremos nada… Pero sí, llevaremos el abrazo del Señor. Piensa en tu propia muerte: ¿Cuándo moriré? En el calendario no está arreglado, pero el Señor lo sabe. Y orar al Señor: ‘Señor, prepara mi corazón para morir bien, morir en paz, morir con esperanza'”.

Nuevo protocolo funerario papal

Francisco también trabajó la muerte de los papas como un elemento para cambiar el paradigma del concepto papal. Reformó los funerales papales en noviembre de 2024, al incluir modificaciones en la nueva edición del ‘Exsequiarum Romani Pontificis’, aprobado el 29 de abril de 2024. El documento establecía nuevas directrices para la celebración de las exequias del Obispo de Roma, con cambios significativos en el protocolo tradicional.

Entre las novedades destacan la confirmación de la muerte en una capilla en lugar de la habitación del difunto, la inmediata deposición del cuerpo en el ataúd y la exposición del féretro abierto para la veneración de los fieles. Uno de los ajustes más relevantes es la eliminación de los tres ataúdes tradicionales de ciprés, plomo y roble. En su lugar, se utilizará un único féretro con un interior de zinc. También se han incorporado disposiciones para la posible inhumación del papa en un lugar distinto a la Basílica de San Pedro.

Las exequias se estructuran en tres estaciones, que han sufrido algunas modificaciones. En la primera estación, ‘En casa del difunto’, la constatación de la muerte se realizará en la capilla privada, en lugar de la habitación, y el cuerpo será colocado inmediatamente en el ataúd, suprimiendo el primer traslado al Palacio Apostólico.

En la segunda estación, ‘En la basílica vaticana’, el cuerpo ya estará en el féretro tras la confirmación de la muerte y será cerrado en la víspera de la misa exequial. La misa de cuerpo presente se celebrará con los restos expuestos directamente en el féretro, eliminando el uso de un ataúd alto, y se suprime la colocación del báculo papal junto al cuerpo.

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