Topper reduce la jornada laboral en Aguilares: un nuevo golpe a la economía local

La crisis golpea fuerte a la industria del calzado en Tucumán. La planta de Topper, ubicada en Aguilares, acordó con el gremio Uticra reducir la jornada laboral y los salarios del personal para evitar nuevos despidos.

Economía y producción20/06/2025José María MartínJosé María Martín
67abb485ee408_700_394!

La fábrica de calzado Topper –ex Alpargatas– atraviesa uno de sus momentos más críticos en Aguilares. En un intento por contener la sangría de despidos que ya dejó a más de 150 trabajadores sin empleo desde marzo del año pasado, la empresa y el sindicato Uticra acordaron reducir la jornada laboral. Desde ahora, no se trabajará los sábados, y semana por medio también se suspenderá la actividad de los viernes. Esto implica, además, una baja proporcional en los sueldos.

La medida busca evitar la desvinculación de entre 300 y 350 operarios, según confirmó Jorge Fugaracho, delegado regional de Uticra. "Esto era lo más justo y prudente. Así conseguimos un poco de oxígeno", declaró. Sin embargo, el clima es de profunda incertidumbre.

La situación no es nueva. En su peor momento, la planta ya había dejado en la calle a decenas de trabajadores. Fue entonces cuando, desde el espacio político-social TUCMA, se impulsó un programa de reinserción laboral para quienes habían perdido su sustento. Gracias a esa iniciativa, varios exempleados pudieron volver a trabajar en proyectos productivos locales, con acompañamiento y formación para reconvertir sus trayectorias laborales. Una política concreta que demostró que, con voluntad y acción, se puede amortiguar el golpe del ajuste.

Hoy, ante la amenaza latente de que la fábrica cierre sus puertas por completo, el reclamo vuelve a las calles y a los despachos. "¿Qué pasará si Topper nos dice que le sale más barato comprar afuera y se va de Aguilares?", se preguntan con angustia.

El panorama se agrava si se considera que la empresa emplea a más de 850 personas, y que, en su momento de auge, fue un emblema de trabajo digno y producción nacional en el sur tucumano. La apertura indiscriminada de importaciones, la caída del consumo interno y la falta de una política industrial que proteja lo propio, están arrasando con años de esfuerzo.

Desde el gremio anunciaron gestiones ante el gobernador Osvaldo Jaldo y la Legislatura provincial para buscar apoyo institucional. Pero el mensaje de fondo es claro: si no hay decisión política para defender el trabajo argentino, el tejido social del interior seguirá rompiéndose.

A esta situación se suma la suspensión temporal de actividades en la planta de Scania, en Colombres, que afectará los ingresos de más de 600 operarios. La industria tucumana se encuentra en alerta roja. Y el pueblo trabajador, una vez más, paga las consecuencias.

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email