"Nada impide amar y rezar"

El papa Francisco aseguró estar "atravesando un momento de prueba" con un físico "débil", pero con un espíritu firme y esperanzado, en un mensaje escrito con motivo del Ángelus, mientras continúa internado en el hospital Gemelli de Roma.

El pontífice, de 88 años, hospitalizado desde hace 31 días por una neumonía bilateral, manifestó: "Nuestro físico está débil, pero, incluso así, nada puede impedirnos amar, rezar, entregarnos, estar los unos para los otros".

El último parte médico, difundido por la Santa Sede, informó que su estado de salud se mantiene "estable" y muestra una mejoría gradual, aunque aún requiere continuar con su terapia en el hospital. No obstante, todavía no se ha definido una fecha de alta.

Se trata de la cuarta y más prolongada hospitalización del Papa en sus 12 años de pontificado, lo que ha generado preocupación entre los fieles. Sin embargo, Francisco ha descartado la posibilidad de renunciar, reafirmando su compromiso con la Iglesia.

A la entrada del hospital, grupos de niños scouts se congregaron con globos amarillos y blancos, los colores del Vaticano, y corearon su nombre. "Gracias, queridos niños, el Papa os quiere y espera siempre encontraros", les respondió con gratitud.

Francisco también renovó su pedido de oración por la paz en los conflictos en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo, mostrando una vez más su preocupación y entrega por el bienestar de la humanidad.