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Desde el retorno a la Democracia, la mayoría de los presidentes argentinos han visitado Tucumán el 9 de julio para conmemorar la independencia en la Casa Histórica. Cada presencia fue un gesto político, institucional y federal. Este 2025, la silla vacía de Javier Milei marcó una excepción que no pasó desapercibida.
Actualidad08/07/2025
José María Martín
Cada 9 de julio, Tucumán se transforma en el corazón de la Nación. En esa pequeña sala donde se declaró la independencia en 1816, se juegan desde hace cuatro décadas grandes gestos políticos. Con mayor o menor despliegue, los presidentes democráticos eligieron esa fecha y ese lugar para enviar mensajes de unidad, gobernabilidad o reafirmación de sus modelos de país.
Carlos Menem firmó el decreto 81/91, mediante el que instituyó a San Miguel de Tucumán como capital del país durante los 8 y 9 de julio. Curiosamente, las mayores ausencias desde entonces fueron del propio Menem.
Fernando de la Rúa encabezó actos con tedeum, recorridos protocolares y hasta inauguró la Expo Mercosur del NOA en plena crisis. Según manifestaron algunos presentes, el mandatario nacional se había rendido al cansancio y se habría dormido sentado.
Eduardo Duhalde, presidente interino en 2002, también eligió Tucumán. Encabezó la ceremonia patria y participó de una misa en Villa Padre Monti. Su objetivo: mostrar institucionalidad tras el caos de 2001. Un mensaje claro desde el norte.
Néstor Kirchner, aunque de perfil más austero en fechas patrias, asistió el 9 de julio. Presidió los actos en la Casa Histórica, encabezó el Tedeum en la Catedral y brindó un mensaje breve, pero simbólicamente potente, sobre la recuperación de la dignidad nacional. Fue su única visita presidencial en esa fecha, pero dejó claro su respeto por el federalismo y la historia.
Cristina Fernández de Kirchner convirtió a Tucumán en una estación clave de su narrativa presidencial. Desde 2007, se hizo cargo del país y concurrió cada 9 de Julio a Tucumán, con excepción del correspondiente a 2014. Desde la Casa Histórica transmitió discursos por cadena nacional, reivindicó la soberanía política y económica, e inauguró muestras patrimoniales. Su paso por Tucumán fue frecuente y cargado de contenido.
Mauricio Macri, con motivo del Bicentenario, estuvo acompañado por gobernadores y líderes internacionales. En 2018 y 2019 repitió la visita, aunque con menos despliegue. Evitó asistir al Tedeum en alguna ocasión, pero no dejó de mostrarse frente a la Casa Histórica.
Alberto Fernández hizo lo propio desde que asumió, en 2019. En 2021: Encabezó el acto oficial en la Casa Histórica, acompañó el Tedeum y descubrió una placa en la Plaza Independencia tras su remodelación. En 2022: Asistió al acto central (206.° aniversario), dio un discurso por cadena nacional y luego se trasladó al barrio Manantial Sur para entregar viviendas del programa Reconstruir. En el 2023, no viajó a Tucumán. Optó por inaugurar el Gasoducto Néstor Kirchner en Buenos Aires y envió un video explicativo desde la ruta, en lugar de un mensaje presencial. Generó críticas políticas.
Javier Milei decidió dar un giro en 2024: firmó allí el "Pacto de Mayo" con 18 gobernadores, en una vigilia que buscó dotar de solemnidad fundacional a su programa de gobierno. Sin embargo, en 2025 rompió esa tradición: suspendió su viaje a último momento por cuestiones climáticas. Ni Tedeum, ni vigilia, ni mensaje desde Tucumán. Solo silencio.
Y ese silencio pesa. Porque la visita presidencial a Tucumán no es una formalidad. Es un acto de federalismo real, un tributo a los hombres y mujeres de 1816 y una señal política al país: que la unidad, al menos simbólicamente, aún importa.
La ausencia de Milei dejó un espacio vacío en la Casa Histórica. En un tiempo donde el poder se mide tanto en gestos como en leyes, Tucumán volvió a recordarle al país que las ausencias, del presidente y varios gobernadores, también dicen.

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