El periodismo en épocas de Milei

Ángel Adrián Labiano - Periodista

El periodismo, a lo largo de la historia, ha pasado por distintos momentos. En nuestro país, si bien la relación entre prensa, Presidencia de la Nación y gobiernos locales nunca fue la más fluida y la mejor, es importante resaltar que siempre hubo un espacio para su realización. Aunque tuvo épocas muy oscuras, como por ejemplo, en la época de Carlos Menem, donde es asesinado el fotoperiodista José Luis Cabezas.

Es sabido que los presidentes nunca han tenido relaciones fluidas con la prensa, desde presidentes que eligen con quién hablar, presidentes que no aceptan las repreguntas, presidentes a los que se les reclamó que hablaran y presidentes que hablaban con todos.
Es importante dividir medios de prensa de periodistas; hoy tenemos grupos de prensa que ostentan poder real, como el grupo Clarín, máxima expresión de ese poder, también La Nación, pasando por periodistas que son bendecidos por el actual gobierno de Javier Milei y aquellos que no recibieron esa bendición. También es importante distinguir lo que hoy se denomina “el periodismo aliado” del que, para el gobierno, es aquel que confronta.

La llegada de las redes sociales y, en especial, la red X (ex Twitter), en donde cualquiera se expresa como periodista e impone como verdad a cualquier versión sin los procesos que el periodismo impone, ha dejado en claro que los medios de comunicación hoy son grandes centros de poder, que en muchos casos interfieren con la labor del periodista, al imponer el pensamiento del medio sobre lo que el periodista investiga, y brindan distintas miradas que no solo tergiversan lo investigado o informado por los periodistas.

Hoy se puede observar como periodistas y medios de prensa hostigan a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pidiendo que se sentencie a la expresidenta Cristina Fernández en una fecha determinada para que no pueda ser candidata.
Nunca en la historia argentina la profesión del periodismo estuvo tan arrinconada por los factores de poder para inclinar la balanza, más cuando esa información condiciona la opinión de los ciudadanos, que son los receptores de la misma.
Hay que mantener la independencia periodística, más allá de los intereses de los grupos de poder, más allá de los intereses políticos de cualquier factor.

Hoy el gobierno nacional busca por cualquier medio que el periodismo solo alabe su gestión o crear descrédito a medios o periodistas para solo imponer su voz o la voz de pseudos periodistas a través de los medios o de las redes sociales como si fueran las únicas fuentes de verdad.
Respetar al periodismo es respetar a la democracia y es respetar al pueblo soberano.